HOY VENGO VENENOSA
Adopto el título de la canción de Antonio Carmona “Vengo venenoso”, y aprovecho esas dos palabras para expresar mi enfado, descontento o como se quiera llamar para hablar de un tema que muchos días me hierve por dentro.
De sobra es sabido por todos los que me conocen, mi "mosqueo" cuando hablo de muchos dueños de las bicicletas de esta ciudad, y digo dueños porque nunca he estado en contra de que la gente vaya en bicicleta y tengo que decir que tampoco serán todos.
El anuncio de nuestro queridísimo Ayuntamiento decía así:
"Con un carril bici en continua expansión, San Sebastián busca apoyar este medio de transporte natural y no contaminante”.
Hasta aquí todo muy bonito.
Todos a favor,(lo dudo), vamos a tener una ciudad con muchos carriles bici y resulta ecológico y muy estético, eliminaremos carriles a los coches ¡pero no importa!, allá se las apañen.
Yo conduzco, y lo hago todos los días. Y ahora me pregunto yo: “¿Por qué los señores ciclistas (algunos), "supuestos" usuarios del “bidegorri”(se le llama así al carril bici) no cumplen las normas de tráfico que tenemos que cumplir los que vamos sobre cuatro ruedas?”.
Vengo venenosa porque casi me atropellan.
Vengo venenosa porque iba cargada y me han dicho que era mi culpa por no ir más deprisa. No voy a repetir la que le he soltado, los que me conocen saben que no me puedo callar.
El “sujeto” en cuestión, ¡NO IBA POR EL CARRIL BICI!. Este tio no sabía que había votado por un carril bici que hemos pagado TODOS y que no lo usa. Gracias a Dios, he tenido ayuda moral en la calle.
“¿Dónde están los municipales cuando realmente les necesitas?”. Si tú aparcas un día encima de una acera, te cae una multa como Dios manda, pero si te atropella por la calle alguien que va en bici por la acera fuera del carril bici ¡no pasa nada!, porque es ecológico.
¡Van a unas velocidades impresionantes.!
Pero queda muy bonito decir que tenemos una ciudad ecológica y que fomentando esto y no poniendo sanciones a los ciclistas de ciudad les tendremos más contentos.
Cuando éramos pequeñas nosotras íbamos por toda la bahía, desde el puerto hasta Ondarreta en bicicleta. Lo tuvimos que dejar de hacer porque no nos dejaban andar en bici en el paseo. Ahora no, nos hemos vuelto ecológicos y aunque los ciclistas de ciudad tengan un carril bici van por el paseo para “acortar distancias” (es lo que me han llegado a decir). ¡Ah, qué bien!, vamos a acortar distancias con el coche y a partir de mañana si te va bien ir en dirección contraria o atravesar una zona peatonal por no dar mucha vuelta pues lo haces a ver qué pasa.
Además, tengo un par de dudas.
Cuando veo cruzar un ciclista por el paso de cebra, ¿le tengo que ceder el paso ( yo no lo hago y además le pito, soy "bocinera") como si fuera un peatón (a estos les cedo y no les pito)?.
He oído que a diferencia de los conductores experimentados, (como servidora) si te pasa algo y atropellas a un peatón aunque se salte el semáforo en rojo ¡ES NUESTRA CULPA!, pero que si un peatón va por el carril bici (bidegorri) y le atropella la bici, ¡LA CULPA ES DEL PEATÓN!. ¿Por qué estas diferencias?
En fin. Yo mientras tanto, seguiré pensando qué puedo hacer para fastidiarles un poco más si me los encuentro fuera del carril, no lo puedo evitar, eso sí ¡somos muy ecológicos!.
Y ya que hemos empezado con el título de una canción, voy a terminar con parte de la letra de otra.
"La gente me señala, me apuntan con el dedo, susurra a mis espaldas y a mí me importa un bledo". ¿A quien le importa lo que yo haga, a quien le importa lo que yo diga?, yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré. (Letra de "A quien le importa" de Alaska)
"La gente me señala, me apuntan con el dedo, susurra a mis espaldas y a mí me importa un bledo". ¿A quien le importa lo que yo haga, a quien le importa lo que yo diga?, yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré. (Letra de "A quien le importa" de Alaska)
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