MI MADRE ME ENSEÑÓ A HACER MEMBRILLO


Voy a hacer un alto en mi cuaderno de viaje y retomo el apartado "cocinas" para no cansar, pero se que la gente está encantada viendo las fotos así que mañana volveré a soñar con la India.
Durante muchos años, hemos tenido una casa en la Rioja, con jardines, frutales, huertitas y cada dos años (aún no se por qué), los membrillos nos daban kilos y kilos de fruta.
¡Cómo se lo pasaban los enanos con su aitxitxa recogiendo los membrillos!. Unos recogían, otros los echaban a la carretilla y otros jugaban con los perros y con los membrillos, ellos aún se acuerdan de esos momentos entre otras cosas porque de ven en cuando miran estas fotos y ponen carita de nostalgia.


Los membrillos se iban distribuyendo, esta caja para ti, esta para mí, esta para fulanita etc.etc.etc. y mi madre, su tía y alguna otra voluntaria se ponían a hacer membrillo como posesas.
Yo creo que en dos ocasiones "cooperé" a recoger el fruto pero con la única intención de quedarme un par para aromatizar mis armarios jeje, pero como a mis hijos les chiflaba el membrillo entre pan y pan con un trozo de queso, un día le dije a la amá: "¡enséñame a hacer membrillo!", así que aquí está su receta que he vuelto a hacer hoy por sentir esa "nostalgia" que me entra de vez en cuando en esta estación (que me encanta).

MEMBRILLO
INGREDIENTES
Fruta de membrillo (la que se quiera, yo he usado 4)
Azúcar (tener preparados 2 kilos)
Un trocito de limón
Una cazuela grande, un pasapurés y mucha paciencia.
PROCEDIMIENTO
Da igual la cantidad de membrillo que usemos ya que en realidad lo que vamos a pesar es el puré de los mismos y después añadiremos la misma cantidad de azúcar. Con lo cual, cada una que use los que quiera si alguien se anima a hacer esta receta.


Antes de empezar a partir los membrillos, ponemos una cazuela grande con agua a hervir y un trocito de limón dentro. Si empezamos a partir los membrillos primero se pondrán marrones y eso no interesa.


Cuando el agua empieza a hervir, los partimos (cuesta un poco), les quitamos los corazones y al agua.


Cuando vemos que empieza a cuartearse la piel y que están blandos (no mucho) al introducir un cuchillo, los pasamos a un colador para que eliminen toda el agua posible. Yo suelo hacer esto por la mañana y a primera hora de la tarde los paso por el pasapurés.

Ahora con paciencia hay que pasarlo todo para eliminar pieles y trocitos duros.


El puré resultante se pesa (el mío pesaba 1 kg 200 gr) y se añade la misma cantidad de azúcar.


Volvemos al apartado "paciencia"


 que ponerlo al fuego, y removiendo tenerlo ahí media hora, notaréis que se va poniendo mas duro y que cuesta más mover la cuchara de madera, pero ¡cuidado! yo me pongo unos guantes de esos de horno porque las salpicaduras de este puré abrasan la piel, ¡no deja de ser azúcar hirviendo!.



Pasado este tiempo, se distribuye en cuencos o moldes con formas y a esperar hasta el día siguiente.
Es buenísimo, ni aditivos, ni conservantes ni nada de nada, solo fruta y azúcar.



¡LISTO!

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4 comentarios

  1. Este post se lo dedico a mi amá que aunque lleva unos días sin internet pronto lo leerá.

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  2. Ya le he arreglado internet... muy bonito el membrillo...

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  3. Hija, llevo un rato por tu blog y me esta entrando hambre.... que desastre.

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  4. oh this post is way too cute! I love the photos!

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