EL CUENTO DEL PATITO FEO, PERO EN MERENGUE

Hoy os voy a poner una receta sorprendente. Bueno sorprendente digo porque el verano pasado sorprendió a todo el mundo. Al final resulta que es una “pavlova” (se llaman así),   lo que pasa es que yo voy a adornar la receta un poco.

 Mi merengue es feo. Cuando enseño la foto la gente siempre me dice lo mismo: “¿Y eso qué es?”, "Qué feo este postre ¿no?" Pues mira, es un merengue en forma de coronita tamaño platito individual y aún no está acabado.

 Anna Pávlova fue una bailarina rusa de ballet maravillosa que nació dentro de una familia de campesinos con muy pocos recursos y a este postre se le llamó así a raíz de uno de sus tours por Australia y Nueva Zelanda porque como ella el postre es ligero y delicado. La procedencia del postre es dudosa, pero el tema está entre esos dos países.

El merengue es lo primero que se prepara (quiero decir antes del montaje final); es feo (como lo fue el patito del cuento),  pero como veréis al final, la coronita de merengue sosa e insulsa se convierte en una explosión de colores y sabores que le ha hecho estar el verano pasado ( y este que acabamos de pasar),  en el primer puesto de mi lista de postres  porque después de una parrillada, raclette, y comidas veraniegas mil es ligero y refrescante, convirtiéndose así en el “cisne” de mis postres.


MINI PAVLOVAS CON FRESAS, NATA Y HELADO DE VAINILLA
Yo hago las coronitas de merengue por un lado y a la hora de servir monto el postre en cada plato. Primero pongo una bola de helado, un montoncito de nata montada, coloco encima apretando un poco la coronita de merengue (no importa si se casca un poquito)  para que el helado y la nata salgan por el centro y después espolvoreo con unas cuantas fresas ya limpias y partidas en trozos para comerlo más  fácil. Por último le echo por encima un poco de azúcar glas.

INGREDIENTES - SALEN UNAS 8 o 9 CORONITAS
3 claras de huevo
200 gramos de azúcar blanquilla
Nata montada
Helado de vainilla
Fresas

PROCEDIMIENTO
Precalentar el horno a 150º.
Engrasamos una bandeja de horno o la cubrimos con papel de horno para que no se peguen las coronitas.

Montar las claras a punto de nieve firme (con varillas eléctricas o parecido mejor). Cuando ya están montadas, seguimos batiéndolas y esta vez añadimos el azúcar a cucharadas poco a poco hasta que acabemos con todo el azúcar. Las claras habrán cambiado su apariencia y estarán mas duras y brillantes como un buen merengue. Lo metemos en una manga pastelera o, si no tenemos, en una bolsa de plástico de esas de guardar alimentos a la que haremos un agujerito en una de las puntas. Una vez que esté ya todo el merengue en la bolsa,  vamos haciendo coronitas pequeñas de tipo individual directamente en la bandeja del horno sobre el papel como para un plato de postre. Yo hago como buñuelitos pegados formando una corona y así hasta una cantidad de 8 0 9.  Habrá que poner dos bandejas porque caben como 4 en cada bandeja; se hornean durante 25 minutos, pero a mitad de cocción yo cambio las bandejas, la de arriba la pongo debajo y la de abajo arriba para que se horneen por igual. Después las saco, las dejo enfriar en la propia bandeja y después las pongo directamente en cada plato de postre preparadas para el montaje final, teniendo un poco de cuidado a la hora de manipularlas porque se pueden despegar los buñuelitos y se rompería la corona.  Primero coloco el helado (bola o cuchara), luego la nata montada, la corona por encima (que si se rompe no importa porque le damos de nuevo la forma en el mismo plato) y echo las fresas por encima. Espolvoreo con azúcar glas y se sirven. ¡Listo!


¡LISTO!

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